El bongade es una forma no convencional de tener relaciones sexuales en la cual la pareja, de manera consensuada, acepta participar en un juego de roles. En dicho juego uno de los participantes cumple con el papel del amo dominante y el otro con el de dominado.

La Enciclopedia Universal lo define como “las prácticas sexuales que implican privación de la capacidad de movimiento. Dicha privación puede hacerse sobre una parte o sobre la totalidad del cuerpo, utilizando medios diversos: cuerdas, esposas y mordazas, generalmente, aunque también cadenas, cinta adhesiva o cualquier otro instrumento susceptible de inmovilizar”.

Estas ataduras se pueden realizar sobre la persona vestida o desnuda y sobre una parte o sobre la totalidad del cuerpo. Es una variante erótica o puede ser también parte de ceremonias de dominación o sadomasoquismo.

Vale decir entonces que la práctica del bondage consistiría en  atar a la otra persona total o parcialmente por medio de cuerdas, esposas, lazos, corbatas, cintas o cualquier otro elemento que pudiera  inmovilizarla físicamente.

El bondage es una práctica milenaria. Existen referencias de que surgió en Japón y era exclusiva de las clases más altas. Dese entonces, diferentes culturas lo han adoptado. Sin embargo, su reciente popularidad se debe a la trilogía Cincuenta sombras de Grey  de E.L. James.

 

¿Diferencia entre bondage y sadomasoquismo?

En el bondage no se utiliza el dolor como fuente de placer. Quienes lo practican encuentran el placer en la dominación y en la entrega de la otra persona. Debido que las ataduras te ponen a completa disposición de tu pareja es importante que exista confianza y respeto, y por supuesto que sea consensuado.

 

¿Cómo empezar a practicar el bondage?

Los elementos indispensables para iniciarte en el bondage es la confianza, el respeto y el consentimiento mutuo. En esta práctica no se obliga a nadie a hacer algo que no quiere. Todo es para el goce de ambas partes.

La realización de estas prácticas se realizan de una manera consentida y consensuada. Tiene que haber confianza entre la persona atada y la que la ata. Esta última es la de mayor responsabilidad, dada la indefensión de la otra.

Una vez que se hayan cumplido con esas condiciones, debes elegir un rol. Puedes ser la parte dominante o la sumisa. Discútelo con tu pareja y determinen quién hará qué.

Antes de comenzar, es importante que elijan sus palabras claves. Éstas serán el código para decir si se está de acuerdo o no con algo, y si es momento de parar.

Existen determinadas normas de seguridad a tener en cuenta como no dejar nunca sola a la persona atada; no pasar una cuerda alrededor del cuello; tener tijeras funcionales cerca para liberar rápidamente a la persona atada; prevenir riesgos de caída; no utilizar nudos corredizos, etc.

 

Algunas razones para practicar Bondage con tu pareja

Para disfrutar al máximo la experiencia, es importante que se entreguen al personaje, es muy probable que al practicarlo se aumente los niveles de confianza en la pareja. El hecho de dejarte llevar por otra persona, por ejemplo, obedeciendo sus instrucciones, mientras se tienen los ojos vendados, requiere de una gran cantidad de confianza.

Además de mejorar la calidad de la comunicación con tu pareja en la cama. Esto se debe a que dentro del mundo del bondage existe una enorme cantidad de fantasías por cumplir.

 

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